Es una suerte cuando dos elementos unidos no se restan, no se atan, no se coartan. Cuando no estan pendientes de lo que no se debe hacer, sino de lo que se podría hacer. Cuando no se prohibe.
Es una suerte cuando dos elementos unidos se suman. A lo que aporta uno se le añade lo que da el otro. Cuando son el doble de grandes que por separado, juntos. Así lo que hacen ambos tiene una huella el doble de profunda. Cuando se propone.
Pero es todavía más suerte cuando dos elementos unidos se complementan. Se elevan a un gran exponente y sus posibilidades se multiplican. No solo no se coartan, no solo se suman, sino que las proezas y virtudes de uno se le añaden al otro, y los defectos del otro quedan ocultos y ninguneados por el uno. Las cosas no las aportan uno de ellos, sino que son de ambos, propias, que salen de dentro. No hay división. No son dos futuros. Es uno solo. Cuando se quiere.
Gracias.
martes, 20 de febrero de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Hola tesoro, ¡qué comentario tan bonito! y que lleno de razón, es precioso que uno se sienta así de bien con otra persona y que alguien nos complemente de esa manera tan maravillosa. Al igua lque es bonito tener amigos como tú que escriban estas cositas. Muchos besos tesoro
Publicar un comentario