
...ser más mítico?
Me hago eco de esta opinión de un nostálgico en internet:
Por favor, que no lo retiren nunca...
La evaluación de producto del autor:
Presentación Atractiva
Aroma Huele bien
Sabor Excelente
Relación calidad precio: Normal
Ventajas: Combinación de sabores .
Desventajas: Cada vez es más caro y pequeño y menos fresa .
Recomendar a compradores potenciales: sí
Presentación Atractiva
Aroma Huele bien
Sabor Excelente
Relación calidad precio: Normal
Ventajas: Combinación de sabores .
Desventajas: Cada vez es más caro y pequeño y menos fresa .
Recomendar a compradores potenciales: sí
Opinión completa
Decir que la marca Frigo siempre me ha caído antipática porque quitas chocolate, vainilla, nata... Y te quedas sin nada, aparte de los sabores de hielo de limón y naranja; un sabor tan común como la fresa parece como algo exótico. Pero el Dracula espero que no lo retiren nunca, a pesar de que cada vez es más pequeño y tiene más vainilla(pesados, ¿no tienen bastante con meterla en el resto de helados?) me encanta el sabor de la cola y la fresa característico. Por mí sería ideal si le quitaran la vainilla, aunque tampoco es que moleste mucho. Pues eso, que me gustaría defender al mejor helado de la marca y ojalá que nunca desaparezca como el Choc Bana, Frigurón, Frigodedo, etc...
Olé!!!
Y ojo a este freak:
Poco imagianaba el sanguinario conde cárpato que su leyenda iba a ser convertida en un reclamo infantil para promocionar golosinas. Al menos le consolaría saber que su polo goza de un éxito tal que es uno de los pocos que sobrevive año tras año en los carteles del puesto de la esquina. Quién sabe, quizá optase por celebrarlo empalando a un par de perros turcos. Estos rumanos sí que saben como divertirse.
Al acudir a adquirir las muestras para este artículo contemplé, una vez más, que el envoltorio clásico ha desaparecido. Al igual que series como Star Trek o Kung Fu, lo clásico ha sufrido una remoledación para adaptarlo a los nuevos tiempos. El nuevo dibujo, es, en todo caso, parecido al anterior: un amenazante Drácula nos contempla desde el papel, desafiándonos a comerlo. Ahora el papelote es negro, que queda más elegante, y el logo más moderno. Antes era blanco y se veía un tenebroso castillo a lo lejos. Supongo que es un detalle sin importancia, pero yo, como Colombo, me suelo fijar en esas pijadas. Por lo menos no se parece a la musuloca esa que sale en Blade: Trinitry.
Al acudir a adquirir las muestras para este artículo contemplé, una vez más, que el envoltorio clásico ha desaparecido. Al igual que series como Star Trek o Kung Fu, lo clásico ha sufrido una remoledación para adaptarlo a los nuevos tiempos. El nuevo dibujo, es, en todo caso, parecido al anterior: un amenazante Drácula nos contempla desde el papel, desafiándonos a comerlo. Ahora el papelote es negro, que queda más elegante, y el logo más moderno. Antes era blanco y se veía un tenebroso castillo a lo lejos. Supongo que es un detalle sin importancia, pero yo, como Colombo, me suelo fijar en esas pijadas. Por lo menos no se parece a la musuloca esa que sale en Blade: Trinitry.
La apariencia siempre ha sido la misma, un helado negro, de apariencia elegante y suave textura, ni muy grande ni muy pequeño. Está compuesto por tres capas, cada una de un sabor, y nos recuerdan al conde transilvano. La primera, la negra, tiene sabor a cola, y representa la capa del vampiro, pero sin los siglos de "mierda y talarañas", que diría Chiquito en Brácula, que debería haber acumulado la del verdadero Vlad. Una cobertura se caracteriza por un estupendo sabor y una textura del hielo muy lograda, que no se despedaza como otros.
El segundo estrato del producto es rojo, sabor a fresa e imagino que representa la sangre, el preciado líquido vital que Drácula o Terelu extraen de sus víctimas y que nosotros podemos extraer de nuestro polo. La última capa, la vainilla, supongo que hará las veces de la carne del conde, pálida tras siglos sin ver la luz del sol. Como mi propia piel, más o menos. Tiene la curiosidad de que se acumula en la parte baja del helado. Y aunque parezca mentira, en este helado, incluso el palo ayuda a conseguir una mayor "caracterización". En efecto, el palo del palo podría representar la estaca, que inmoviliza al monstruo y permite que nosotros lo devoremos tranquilamente. Sencillamente increíble.
El segundo estrato del producto es rojo, sabor a fresa e imagino que representa la sangre, el preciado líquido vital que Drácula o Terelu extraen de sus víctimas y que nosotros podemos extraer de nuestro polo. La última capa, la vainilla, supongo que hará las veces de la carne del conde, pálida tras siglos sin ver la luz del sol. Como mi propia piel, más o menos. Tiene la curiosidad de que se acumula en la parte baja del helado. Y aunque parezca mentira, en este helado, incluso el palo ayuda a conseguir una mayor "caracterización". En efecto, el palo del palo podría representar la estaca, que inmoviliza al monstruo y permite que nosotros lo devoremos tranquilamente. Sencillamente increíble.
En el propio helado, por la parte de atrás, en el listado de ingredientes se indica: "helado con sabor a vainilla". Según sus fabricantes, el sabor a vainilla es el principal, marginando así a sus dos colegas. No me malentendáis: estoy completamente a favor de la vainilla. La vainilla rockea. Me parece un gran avance para sus derechos que por fin se reconozca algún helado como de vainilla. Admiro su causa y sé que la vainilla lleva décadas de lucha y movilizaciones. No tengo ningún problema con ello: algunos de mis mejores amigos saben a vainilla. Pero no me parece justo que se margine así a los otras dos capas, que aportan tanto al resultado final como el sabotr ya mencionado.
Flipa. No es mío, lo juro.
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